sábado, 24 de marzo de 2012

Cuando la falla es el espejo del alma




Dicen que la cara es el espejo del alma. La cara de un artista fallero siempre es el trabajo que realiza, y si ha habido una fallita este año que ha representado fielmente el vaivén de sentimientos y sensaciones de un artista, esa ha sido la falla infantil de la Plaza de la Mercé.



En 2011, y tras varias fallas realizadas, el artista José Manuel Alares estaba triste, apenado, sin ganas de continuar. Ninguna comisión había reclamado de sus servicios para 2012. El mundo fallero se puso manos a la obra, ayudándole a buscar algún proyecto para el nuevo ejercicio, pero ni eso funcionó. Cuando todo parecía perdido, las circunstancias de la vida hizo que una comisión histórica, como es la Plaza de la Mercé, acudiera a el para la realización (express) de la falla infantil de 2012.

Lo que para él fue un halo de luz, para la comisión fue la oportunidad de tener a uno de los grandes. Sí, a un artista en mayúsculas, alguien que junto a otros ‘locos’, generó una corriente vanguardista en las fallas infantiles, entre la década de los 80 y los 90, germen de la explosión creativa actual del mundo fallero infantil. Ellos eran el propio Alares, Vicente Almela, Emilio Miralles, Víctor Valero o José Luis Santés, algunos de ellos conocidos en la propia plaza.

Un estilo único e inimitable

Curiosamente esta suma de nombres ha caído en el olvido en estos tiempos, relegados a un segundo plano y condenados a premios bajos, o lo que es peor, sin premios. Sirva este artículo para un reconocimiento a su trayectoria, sin ellos, el éxtasis actual de las fallas infantiles no sería posible.

Y la demostración de su valor ha sido el monumento infantil de la Mercé de estas pasadas fallas. Desde Octubre hasta Marzo, la transformación de José Manuel Alares ha sido encomiable. De la emoción inicial de la firma, se ha pasado a un desborde de entusiasmo, ilusión, alegría que ha dado como resultado una fallita de la cual toda la comisión ha quedado encantada.

José Manuel Alares y equipo

Su estilo, su modelado, su pintura, todo el resultado final de la falla ha sido el reflejo de sus sensaciones, de su cercanía, todo lo contrario que sus últimas fallas, en las que se le veía quemado, desilusionado y sin esperanza. Desde la comisión nadie olvidará el trabajo de José Manuel (y equipo, que no hay que olvidarse de Jonathan, Alejandro o Rafa). Una plantá frenética, en la que la expectación superó a las fallas de especial en ejercicios anteriores. La presencia de integrantes del cursillo de aprendiz de artista fallero (impartido por el propio José Manuel), del antiguo Presidente de Albacete-Marvá, o del artista Rafa Ferrando, dieron lustre a un momento inolvidable.

Un momento que reflejó el alma de un gran artista. José Manuel Alares.

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Web de Jose Manuel Alares > http://www.josemanuelalares.com/


1 comentario:

Jose M. Alares dijo...

ESTO YA NO TIENE SENTIDO. ES MÁS, CASI RESULTA OFENSIVO POR RIDÍCULO.

¿A QUÉ SANTO?